El bosque encantado

Konichiwa!!Después de mi desventura en el Mt. Fuji decidí seguir mi viaje hacia el norte. Me cogi el tren rápido Shinkansen, para amo
rtizar los 600 euros de JR pass (bono para trenes de Japón)que me había gastado antes de entrar al país y, pasé la noche viajando para llegar Hokkaido. En el trayecto crucé el túnel Seikan que es el más largo del mundo (53km) de los que casi la mitad están bajo la superficie marina. Al llegar a Sapporo, la capital de Hokaido, me sorprendió lo parecido que era todo con el norte de Europa, especialmente con Holanda. Todo el mundo iba en bici, estaba nublado y el estilo de los edificios era muy similar alde los Paises Bajos, hasta había un festival de cerveza, que es muy típica de esta zona. Durante este viaje he aprendido que los japos (una raza cruel) se fueron a principios del siglo pasado a copiar ideas de los occidentales, eso explica muchas cosas de las que he visto, aunque ellos le dieron un toque de sofisticación y lo hicieron todo un poco mejor.

No encontré nada especial en Sapporo a excepción de un parque-bosque con templos muy bonito, y es que aqui hay naturaleza por "tos laos". Visité varios lugares de alrededor como Otaru, un pueblo con puerto que tenía unas artesanías muy guays y en el que además pillé un festival por la calle con bailes y todo. También fui a Noboribetsu, es una zona volcánica con aguas sulfúricasque huelen a huevo "podrío",el paisaje era muy raro pero me gusto mucho, sobretodo los heisser y los bosques que lo rodean todo y en los que te puedes perder. Yo me fui a uno de los balenearios, esto es lo que más me gusta de Japón, sus baños públicos, es todo un ritual, primero te tienes que lavar sentada y ech
arte agua con unos cubitos y después empiezas a probar las diferente bañeras llenas de todo tipo de sales minerales. En la que yo estuve había una de agua salada, otra con aguas sulfúricas, otras con agua con hierro...Así m e tiré cerca de 4 horas, para aprovechar los 15 euros que me habia costado la entrada. De lo caliente que estaba el ambiente de vez en cando me mareaba y casi desmayaba, pero lo solucionaba metiéndome en la bañera de agua casi congelada, que me volvía a reactivar. Salí de allí hecha una pasita, pero mi piel no podía estar más suave. El último día salió el sol y yo decidí preguntar por la playa más cercana para darme mi primer chapuzón veraniego. La playa estaba llenita de lugareños pero el agua estaba perfecta para nadar, qué felicidad más grande nadar viendo montes verdes y japos a mi alrededor!! Mi viaje terminó con otra tarde paeando por el pueblo de Otaru que con sol tenía más encanto, como casi todos los lugares.
De norte a sur; tras otra noche de viaje mi próximo destino era Kyoto, antigua capital del pais y la ciudad donde más se puede respirar la cultura japonesa.Al llegar me fui para el hostel Utano, un lugar enorme y muy bonito, cuando llegué una señora de unos 70 años estaba entrando a mi dormitorio y cual fue mi sorpresa cuando descubri que era mi compañera de habitación; la m ujer iba andando con dos bastones, chapurreaba el inglés y en esas me enteré de que estaba alli sola, que se había caido y que en un par de dias tenia que ir al hospital a hacerse una revisión, no llegué a comprender por qué estaba allí exactamente.La mujer tenía las piernas totalmente arqueadas (lo que conocemos en España como "solo le falta el caballo"),como muchas japonesas, que son monisimas pero todas patuletas, según algunos puede ser por la forma en la que se senta ban, de rodillas, que les ha deformado un poco esta parte.
Por la tarde decidí irme en busca de lo más típico de Japón, las geishas. Mucha gente me había dicho que era bastante complicado verlas y mi guía dice que por el acoso de turistas éstas se esconden y solo se las puede ver en la zona por la que trabajan. Antes de ir a la zona de Gion, donde según mi guía están todas ellas, me fui en busca de un lugar para comer. Me meti por un callejón que estaba lleno de restaurantes y me pareció bonito, me puse a hacer fotos y cuando bajo la cámara como casi una aparición vi a mi primera geisha, wow, me quedé paralizada iba con un poco de prisa pero aún asi pude ver su cara totalmente maquillada y el pelo superextraño con unos recogido imposibles. Cuando aún no estaba recuperada de mi primera visión, apareció una segunda y después una tercera, y así hasta cuatro en la misma calle!!No me lo podía creer, no hice ninguna foto, me dio corte. Más tarde fui para la zona más turística, me encontré con unos españoles que llevaban más de media hora esperando a ver alguna geisha y que en ese tiempo habian visto a una, cuando me vieron me dijeron que tuviera paciencia, que si quería ver alguna tenia que estar haciendo guardia un buen rato, se quedaron un poco planchados cuando les dije que me habia cruzado, de casualidad, con cuatro en otra calle no muy lejos de alli.

Kyoto me pareció una ciudad con mucho encanto, sobretodo la zona del rio, llena de bares y gente paseando, los edificios, y por supuesto todo rodeado de verde. Muchos turistas y muchos restaurantes españoles, como en todo Japón. Kyoto me resultó un buen lugar de base para visitar los lugares de interés de los alrededores. Uno de los dias fui a Nara, otra antigua capital japonesa preciosa, donde está el templo Todai-ji, que es el templo de madera más grande del mundo mundial. En los alrededores del templo se pueden ver a mogollones de ciervos, aqui son sagrados, como las vacas en India, pero estos están más integrados con los turistas y cuando ven uno se van hacia ellos en plan "dame argo", porque muchos les dan de comer. Yo les hice varias fotos y me acerqué a una acariciarlo y en un despiste este me agarro el mapa que llevaba en mi mano y se comió casi la mitad, yo luché por arrancárselo de la boca, hasta un hombre vino en mi ayuda, pero el ciervo de los cojones tenía unos dientes superduros. Asi me dejó sin mapa, pero al menos no se comio mi Lonely Planet, eso me hubiera jodido más. Después de ver varios templos y pedir mis deseos, me adentre por uno de los caminos del bosque. El paisaje era mágico y misterioso, como si estuviera en una peli, por el camino vi un árbol que estaba totalmente hueco, pensé que estaría guay meterse dentro y sentirse arropada por un árbol...Mis ideas de bobero retirao, cuando me fui a meter en el árbol vi las dos arañas más grandes de mi vida y casi me da algo, me puse a gritar y de repente vi algo negro volando que se chocó contra mi, me puse a hacer aspavientos y a gritar, me arranque de un tirón el colgante que llevaba...En fin, un espectáculo, menos mal que no había nadie alrededor para ver la que estaba liando.Esa es una de las cosas de Japón, hay mucha naturaleza, increíble, bosque superespesos donde casi ni entra la luz, pero claro es el paraiso para todo tipo de naimalitos y yo no estoy entre ellos.

También visité Himeji, el castillo más importante de Japón y me pareció superbonito, aunque no pude entrar al edificio central porque estaban de restauración. En sus jardines vi una serpiente enorme que empezó a trepar por una de las murallas, menos mal que yo lo vi todo desde una ventana y esta vez no hice ningún numerito...