lunes, 19 de julio de 2010

Gambatte

Konichiwa!!Ya estoy en Japón. Pensé que esto iba a ser muy parecido a Corea, por la proximidad y la cultura...Pero nada que ver. Hasta los tios son más guapos y altos aqui. Ir por la calle ya es alucinante. Cuando llegué a Narita (aeropuerto) cogí el bus para Tokyo y ese fue el primer sablazo del viaje, 30 euros por poco más de una hora de camino, ojú a este paso veremos cómo acabo el viaje...
En el trayecto pude observar que Tokyo es una gran
ciudad pero, sorprendentemente, está limpísima.Llegué a Ikebukuro y yo, que parece que nunca he viajado, en vez de preguntar por la dirección del hostel seguí mi orientación natural...Se ve que no funciona muy bien, asi que me perdí y, a los 40 minutos de estar dando vueltas y casi morir (más de 30 grados y tirando de una maleta
que pesa más de 20k) una mujer que iba en bici se me acercó muy amable y me of
reció su ayuda.Finalmente encontré el hostel y a Alberto, el compi de clase de Maca, que estab
a aquí terminando su viaje de un mes y decidímos unirnos durante sus últimos dias en Tokyo.
El viajar con alguien que además ya conoce bastante la cultura me ha facilitado mucho la primera parte del viaje. Le dejaba a él dirigir y yo desconectaba y me centraba en otras cosas como por ejemplo en mirar a las japonesas con sus atrevidos atuendos y, en el gran número de anoréxicas, todo un espectáculo. Así se disfruta más el viaje, más fácil y relajado.
Los primeros días en Tokyo no paramos, visitamos varios shrines, esto son los templos de Shinto, una religión que tienen los japos que veneran a los espiritus de la naturaleza, muy bonito. Además también los veneran y les piden deseos, tienes que seguir un ritual en el que primero a la entrada del shrine te lavas las manos y enjuagas la boca, vas a una especie de altar donde echas el donativo de 5 yenes y después haces una reverencia (si hay campana se toca), tocas dos palmas (para llamar al espiritu), pides un deseo, y haces otra reverencia y tu deseo se hará realidad en menos que canta un gallo.

Mi primer deseo al llegar a Tokyo fue a ir a ver el cruce famoso de pasos de cebra que sale en todas las pelis, con mogollón degente y muchos carteles luminosos, yo en vez de pedirselo a los espiritus se lo pedí a Alberto y este, que también es poderoso, me lo concedió y alli que nos fuimos.¡Qué emoción! Cuando llegamos al cruce de Shibuya era de noche y efectivamente había mogollón de humanos, nos grabamos cruzando la calle varias veces y cuando nos cansamos le dije a Alberto que fuésemos al hotel Cerulean Tower Tokyu, que es en el que se grabó "Lost in translation" y uno de los videos de Marlango. Nosmetinos por la cara, como si nos hospedaramos alli y nos fuimos para la última planta, que tiene unas vistas espectaculares de la ciudad, y es donde está el bar en el que Scarlett Johansson y Bill Murray se conocieron.Al llegar arriba el per sonal del hotel nos hacía señas para entrar al bar pero nosotros, que somos listos y pobres, dijimos que solo queriamos ver las vistas desde la ventana y tomar algunas fotos. ¡Qué cutres! Pero es que viendo los precios en los lugares sin glamour no me quiero imaginar lo que me podría costar un zumito de piña en un hotel tan cinematográfico.
El resto de días nos distribuimos para hacer varias visitas: fuimos a un parque donde vi a la mariposa más grande del mundo que parecía un pájaro, a la torre de Tokyo, que aunque me dio una mijita de vértigo al subir en el ascensor(me recordó un poco a la Torre Eiffel), una vez arriba lo llevé bien y la vista mereció la pena. ¡Qué grande es Tokyo!. También visitamos el mercado de pescado más grande del mundo, el de Tsukiji. Cuando llegamos, cerca de las 10 am ya estaba "to er pescao vendío", especialmente los atunes donde justo el día anteriorse había vendido el más caro de los últimos 20 años y nosotros nos lo perdimos!!También visitamos Akihabara, donde están todos los frikis, bueno mejor dicho la mayor concentración de frikis de Tokyo. Alli se pueden ver a las chicas vestidas de maids (sirvientas) repartiendo panfletos, también vi a algun chico disfrazado de Gracita Morales. Una concentración delante de un escaparate de mogollón de gente con una especie de consola y muchas, muchas tiendas de manga y anime. Mi querido guía, Alberto, es un amante del manga así que me puso al día de lo más importante, como las series, los cantantes y las principales tiendas...Y pensar que Candy Candy,Marco y Heidi también son animes!!.

La comida está bastante bien, aunque tampoco he probado muchas cosas, sí he probado el sushi y el wasabi y no me gustan demasiado, los noodles y el arroz están en mi dieta básica y por supueso los mochis, unos pastelitos de arroz que me han obsesionado durante varios días hasta tal punto que ahora si veo uno vomito, creo que he comido demasiados...
A pesar de que Alberto me advirtió sobre los mosquitos y yo ya he sufrido de sus picaduras decidi no traerme nada y, en menos de dos días me habían comido las piernas, ¡¡ahhh que mal rato!!, me tiré varios dias rozandome con todo para aliviarme el picor. Para rematar el malrato de las picaduras a los dos días de llegar me cogí un resfriao del que todavía hoy me quedan resquicios, ¡¡ojú qué pechá de mocos!!
El lunes por la mañana me despedí de mi compañe
ro de viaje, él se volvía a España y yo continuaba mi camino por Japón. Decidí que mi siguiente parada iba a ser Kawaguchiko, no creo que os suene mucho, pero desde allí es desde donde sale la mayoría de la gente para subir al monte Fuji. Al llegar al hostel (K´s), unos chicos me saludaron y nos hicimos amiguitos, se me había olvidado lo fácil que es conocer a gente. Por la noche quedamos para cenar y me contaron sus experiencias, uno americano que acababa de perder su curro y había aprovechado para dar la vuelta al mundo y el otro del ejercito holandés. Me contaron cómo habían subido al Mt Fuji y que era bastante fácil.
Al día siguiente, yo seguía con mi trancazo, estornudando, tosiendo y echando mocos, parecía la mujer orquesta. A pesar de todo decidí irme para la 5º estación, no es un concierto de música, es el lugar desde donde se parte para subir al monte. El lugar estaba superambientado, muchas tiendas y japos comprando. A mi, entre unas cosas y otras se me había hecho un poco tarde, concretamente eran las 2 de la tarde cuando empecé a subir. Mi indumentaria, quitand o mis superbotas coreanas de andar por el monte, no era muy apropiada para el acontecimiento. Esto lo debió intuir un hombre con el que me crucé que cuando me vio me preguntó, en una mezcla de inglés y japo, si penasba subir a la cima, yo le contesté con un "I don´t know". La cosa empezó dura, el concepto de "subida fácil" de mis amigos todavía hoy no lo entiendo. Había nubes asi que a ratos hacia bastante fresquito, yo no llevaba ropa de abrigo, solo unos pantalones cortos y una camiseta y a todo esto no paraba de estornudar; a mitad de camino solo me quedaba medio paquete de pañuelitos. Después de la séptima estación el camino se hizo complicao, directamente había que escalar,todo eran rocas y aunque había una seguros para agarrarse no me resultó fácil. Al principio de la octava estación paré para comer, cuando decidí reanudar la subida me entró el pánico, miré hacia arriba y no me vi capaz de subir y el caso es que tampoco me veía capaz de bajar ¡¡ahhhh!!, me quedé bloqueada. Además tenía frío, no tenía nada más que ponerme y los putos mocos y estornudos solo hacían empeorar las cosas. Fisicamente me encontraba bien, pero mentalmente no me sentía capaz de continuar.Parece una tonteria pero a lo mejor si hubiera estado con alguien me hubiera resultado más fácil, aunque el camino estaba lleno de gente yo estaba sola. Llevaba más de dos horas de subida casi sin parar, a pesar de que me quedaba menos de la mitad decidí emprender la bajada. Conforme descendía me iba arrepintiendo de no haber acabado y sentí rabia, pero al llegar abajo del todo me alegré. Me encontraba regular, mareada y pensé que había tomado la decisión acertada. No siempre se puede llegar a todas partes.
Tal vez fue una señal. La semana pasada recibí un email de la universidad de Hankuk, me decían que finalmente no me podían contratar por no tener acabado el máster. Por un lado lo entendí, pero por otro me fastidió que no me lo hubieran dicho antes, ya que me he dejado mogollón de cosas en Seoul pensando que iba a volver. En fin cosas de la vida. A seguir pensando en qué voy a hacer el próximo año.

1 comentario:

Alberto MGR dijo...

Gambatte Mari-chan!!

Como tu senpai en tierras niponas siento que lo que te queda de este viaje, en cierto modo, forma parte del mío.
Así que lo dicho, viendo el título de la entrada recuerdo que te lo expliqué: Gambatte en japones se usa para referirse tanto a la suerte como al esfuerzo; esto es porque los Japoneses creen que la Suerte de la persona depende del esfuerzo de esta. Yo estoy de acuerdo.

Así que ya sabes, esperando mas entradas... y ya que no lo has puesto tu... pondré yo varias palabras clave que me vienen a la cabeza esos días juntos:
- McFlurry
- Cuchara MisterDonut
- Hentai
- Puerta del Baño
- Kimchi
jajajaa un besote wapa, y que te vaya bien!