lunes, 28 de junio de 2010

Jejudo

Aneyong Aseyo! he tardado un poco en escribir, pero es que estoy un poco liada poniendo exámenes, corrigiendo trabajos etc. Ya sabéis, la vida de un profesor muy dura, sobretodo la mía trabajando 9 horas a la semana, muy estresante...
Bueno os dejé en que el fin de semana del 17 al 21 me iba para Jeju, una isla al sur de Corea. El día anterior a mi partida tuve una comida con el presidente de la universidad de Incheon, que quería conocerme "in person", el hombre, de más de 50 y bastante grande y robusto, no hablaba ni papa de inglés, así que nuestra conversación fue muy fluída...gracias a los interpretes claro. Se ve que a pesar de la barrera lingüística le caí bien, dijo que me veía como una mujer fuerte y qu eso le gustaba, así que le dijo a sus subditos (por la forma en que lo trataban lo parecían) que al día siguiente me pusieran un taxi que me llevara al aeropuerto para coger mi vuelo a la isla. ¡Qué bonito! Me ahorro asi las casi 2 horas de metro, todo un detalle. Y eso sin hablar coreano, me pre
gunto que hubiera conseguido hablándolo...
Después de una hora de vuelo llegué a la bonita isla. Mi principal objetivo era ir a la playa a bañarme, pero me tuve que conformar con ver las olas y pisar la arena, ya que el tiempo no acompañó, lluvia y sobretodo
niebla fueron la tónica general de mis casi 4 días en la isla.
Me instalé en la parte sur, Seogwipo, que es mucho más tranquila que Jeju city y además está rodeada de naturaleza, a 10 minutos de mi hostel había unas cascadas preciosas.Mi hostel (Jeju Hiking Inn) estab
a bien,
me costó 15 euros por noche y, aunque dormía en el suelo, no era incómodo además tenía televisión por cable donde pude ver Alien resureccion, hay que ver lo grande que es la Sigourney al lado de la Winona.
El primer día decidí ir a visitar el volcán de Manjanggul, a pesar de que nadie hablaba inglés y todos los carteles (incluídos los del bus) estaban en coreano, gracias al dueño de mi hostel y sus indicaciones, no me costó demasiado moverme por la isla. Manjanggul es el conjunto de cuevas volcánicas más grande del mundo, al menos eso dice mi guía, la Lonely, a la que yo le tengo mucha fé. Sólo hay una parte abierta al turismo de unos 2km. A pesar de la lluvia y el mal tiempo había bastante gente cuando llegué, sobretodo al principio de la cueva, pero no sé porqué cuando llegué al final estaba yo sola, mucho mejor porque así pude disfrutar de la tranquilidad de estar en un ñugar tan impresionante y oscuro en silencio. Mientras caminaba por el túnel solo pensaba en que si aaquello le daba por explotar nos íbamos a la mierda en un segundo y encima redetiditos como el queso fundido. Hay partes de la cueva que son enormes y se puede ver perfectamente todos los lugares por donde habia pasado la lava, yo creo que si Julio Verne lo hubiera sabido habría escrito que al centro de la tierra se llega desde aquí.
El segundo día iba a ir a andar por la montaña, pero me levanté una mijita tarde (por culpa de alien resurección) y decidí en su lugar, ir a Jeju city, para así conocer a Minchin, una chica amiga de mi alumno Martín y que como él es tan atento y tiene amigos por tos laos, pues me puso en contacto con ella para que me enseñara un poco la isla. La muchacha, mu simpática y amable, me llevo a la playa de la ciudad, donde pudimos comer en un chiringuito coreano viendo las olas; al menos me mojé los pies.
El último día no me levanté especialmente temprano (la noche anterior vi American Playboy), pero aún así y a pesar de la nieba especialmente intensa me dicidi a ir al parque nacional de Hallasan. Me cogi un par de buses para llegar a Eorimok, que es uno de las rutas para hacer en el parque. Llegué a la 1pm, mu buena hora pa empezar a subir una montaña. Lo bueno es que a pesar de estar "sola" todo está muy bien señalizado y ni queriendo me hubiera perdido, lo malo es que subir una montaña empinada, aunque haga fresquito, es agotador, al menos para mi. En poco más de una hora llegué arriba como si hubiera hecho 3 clases de aerobic seguidas. Por el camino los hikinistas me saludaban, había mogollón demujeres y niños, asi que si ellos podían yo también, como dije tantas veces "hola" en coreano, cuando llegué a la cima ya era fluente en saludar, y con perfecto acento coreano.
El camino por arriba, ya menos agotador era muy bonito, me recordó un poco a Irlanda. Lo malo es que por la niebla no pude ver el monte Hallasan, el más alto de Corea del Sur, pero estaba muy cerca. Aún así disfruté de lo que podía ver y escuchar, en esa zona apenas había gente, de hcho durante un buen rato solo estaba yo sola, hasta que me paré a escuchar un pájaro que cantaba y otro pájaro (coreano) me apareció por detrás y empezó a hablarme. La primera pregunta es de dónde eres, y la la segunda estás casada? Yo me pregunto si a mis amigos hombres, cuando conocen a alguien también le hacen estas preguntas y en el mismo orden, si alguien me lo quiere contestar... A mi respuesta de "no estoy casada" el "hombre de las montañas" contestó que él tenia 40 años y estaba soltero, qué amable el darme toda esa información sin ni siquiera preguntarle. El resto del camino lo hicimos juntos, porque a pesar de la niebla no me pude esconder. Lo bueno de los coreanos es que no son excesivamente pesados y pronto pudimos tener una conversación normal e incluso me explicaba cosas del Jeju, sin que llegara a agobiarme. Por el camino estuve pensando muchísimo en la boda que se estaba preparando al otro lado del mundo y a la que yo no pude asistir en cuerpo pero si lo hice en alma y pensamiento.
Hicimos la ruta de descenso por Yeongsil, que a pesar de no ver los acantilados ni el paisaje lejano por la niebla, esta le daba un toque mágico al camino y me hacia imaginar que estaba en una peli de Tim Burton, aunque mi acompañante parecía más un hobbit. e
Sobre las 5.30 ya estábamos abajo, mi nuevo amiguito me invitó a un helado y me dijo que tenia coche y que si quería él me llevaba a mi pueblo, yo, que tengo debilidad por todo lo gratis, dije que sí sin dudar. Llegamos al parking; mi amiguito abrió su maletero, metió su mochila y lo cerró, y después empezó a reirse, fue su manera de reconocer que la había cagado porque había dejado las llaves del coche dentro de la mochila...
Acabó pindiéndole a dos mujeres que me llevaran a mi destino y así lo hicieron. Esa fue la última imagen del pequeño hombre de las montañas, él comiéndose un helado mientras miraba atentamente el maletero de su coche tal vez pensando que se abriría solo. Espero que ya lo haya solucionado.
El lunes por la mañana volví a mi querida universidad, esta vez sí tuve que coger el metro y por la tarde continué con mis clases.
El viernes pasado Martín me invitó a una fiesta de cumpleaños de uno sus millones de amigos, me apetecía salir así que acepté, también se vino Francesc, mi compañero del festival de comida y, por supuesto, teníamos pensado ver el partido de España-Chile, que empezaba a las 3.30 am. Como siempre en la fiesta mucha gente, todo el mundo muy abierto y sociable, incluso vinieron varias estudiantes de mi clase, principalmente porque alguna de ellas está muy interesada en el mundo catalán... Después de estar un rato en la fiesta y viendo que aún faltaban 2 horas para que empezara el partido a alguien se le ocurrió la gran idea de ir a un noreban, esto es un Karaoke, que aqui son tan populares, nos pareció muy buena idea y desde luego fue lo mejor de la noche, yo acabé sin voz, cantando un dueto con Francesc de Like a Prayer de Madonna, donde yo hacía todos las voces (coros y principal). Y encima ganó España, oeoeoeoe!!!

Bueno ya me queda poquito por estas tierras. Una pena lo rápido que pasa el tiempo. Pero está bien que pase y que haya cambios, que casi siempre son para mejor.

1 comentario:

Macarena dijo...

Mari solo se te escucha a ti cantando en el Karaoke, jajajaja es que lo clavas....